Lo primero que se hizo fue desbrozar las parcelas, las limpiamos de hierbas que llevamos a nuestra compostera.
A continuación abonamos las parcelas, fue la parte más dura sobre todo para el olfato, usamos abono de ovejas, que es muy bueno pero que tiene un aroma peculiar. A pesar de todas las dificultades, el alumnado lo hizo muy bien y se esforzó en abonar bien la parcela, saben que es la base de un buen cultivo ya que la tierra de nuestro huerto se agota pronto, aunque usamos abono verde (por ejemplo cebada) para aportar nutrientes.
Por último roturamos la tierra para mezclar bien el estiércol con la tierra. Antes lo mojamos un poco más que nada para evitar que con el viento se fuera.
Ha sido duro pero divertido, lo que más ha gustado ha sido la maquinilla como podéis ver en las fotos. Ya tenemos nuestras parcelas preparadas, la semana que viene comenzaremos a plantar.
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